Cada componente utilizado en las toallitas húmedas para bebés debe pasar una serie de controles de calidad durante el proceso de fabricación. El embalaje de plástico debe estar libre de defectos de moho que puedan provocar fugas o un cierre inadecuado. La tela no tejida debe tener una forma uniforme y debe cumplir con los requisitos específicos de resistencia al desgarro. Además, antes de la fabricación, la solución limpiadora debe probarse minuciosamente. Los químicos de desarrollo evalúan el producto para garantizar que sea estable en almacenamiento y que no sufra reacciones químicas indeseables. También deben probar la fórmula para asegurarse de que cumple con los requisitos de suavidad. El método más confiable utilizado para probar la suavidad se conoce como Prueba de parche de insulto repetido humano (HRIPT). En esta prueba, se aplica un ingrediente, o una serie de ingredientes, a voluntarios humanos (generalmente en la parte interior del antebrazo). Luego, el área se ocluye con un material de parche y los dermatólogos o médicos evalúan la mancha después de un tiempo específico. A cualquier enrojecimiento o irritación se le asigna un valor numérico y se promedian las puntuaciones de todos los panelistas. Una puntuación media baja, como 0 o 1, indica que el producto es esencialmente no irritante.
Antes de agregar los ingredientes al tanque de lote, se analizan para garantizar que cumplan con todas las especificaciones relevantes. Durante la fabricación, cada ingrediente se pesa antes de agregarlo al lote. Luego, el lote final se analiza nuevamente para conocer las especificaciones básicas, como el pH, la viscosidad y el contenido microbiano.