Una vez que se prepara la tela no tejida, se alimenta a la maquinaria de recubrimiento, donde se recubre con la solución limpiadora antes de empaquetarla. Los productos terminados se doblan, apilan y transfieren a su paquete final. Inmediatamente después de esta operación, otra termoselladora cierra la bolsa herméticamente.
Los paños terminados se pliegan, apilan y transfieren automáticamente a su paquete final. En un método patentado, las toallitas se doblan y apilan para que se puedan quitar fácilmente una a la vez y luego la pila se coloca en un paquete interior de plástico. Este paquete interno se inserta posteriormente en una tina exterior con una tapa con bisagras.